martes, 13 de noviembre de 2012

Entrevista a Piedad Bejarano, estudiante y voluntaria en el SEFF

"El esfuerzo de los voluntarios es muy grande para el poco mimo que la organización tiene con ellos"


Piedad Bejarano, estudiante y voluntaria en SEFF de 2012.


Piedad Bejarano Fernández es estudiante de quinto periodismo en la Facultad de Comunicación de Sevilla. Ha sido voluntaria en el pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla. Certamen en el que ha vivido diferentes experiencias, puesto que también ha sido espectadora del mismo.

¿Qué motivó su ingreso como voluntaria en el festival?
Ya el año pasado me enteré de que existía el voluntariado, y como soy ferviente seguidora del festival, decidí apuntarme, ya que es una manera de ver el festival desde dentro, además del convenio con la universidad que da créditos de libre configuración. Es una experiencia enriquecedora tanto de carácter laboral como personal. Conoces a mucha gente, y ves con otros ojos lo que estás acostumbrado a ver desde fuera, y desde luego a valorar la función tan importante que hoy en día hacen los voluntarios en todas las actividades de la ciudad: Sicab, Territorios, Bienal… Porque, de manera altruista, trabajan en ocasiones muchas horas, y en algunos casos, creo que están infravalorados. Pero dada las circunstancias económicas que vivimos, dudo que sin voluntarios que, por decirlo de alguna manera “trabajan gratis”, no serían posible este tipo de festivales.

¿Por qué vía o quién le informó acerca de la opción de ingresar como voluntaria?
Me informé a través de la página web del CICUS. Colabora con el festival de cine en varios talleres, y entre ellos se encontraba el voluntariado.

¿Cuál era su cometido?
Yo estaba encargada de las acreditaciones, en el hospitality del hotel NH Plaza de Armas donde se celebraban las ruedas de prensa, y se alojaban los invitados. Mi tarea básicamente era identificarlos y hacerles sus acreditaciones. Tratar con medios, invitados, profesionales, jurado… y todo lo que eso acarrea. Sobre todo el primer día el trabajo se desbordó, y acudieron todos los medios a por sus acreditaciones, media hora antes de un pase de prensa. Fue un poco caótico. También daba junto a mis compañeras de stand, que eran voluntarias en relaciones públicas, información a los invitados o prensa sobre cómo llegar a los cines, los horarios de actividades, las llegadas o las salidas de invitados, sus horas de recogida en aeropuerto… En definitiva, un trabajo de cara al público, que en ocasiones resulta espejo de las frustraciones y problemas de la prensa e invitados sin que tú tengas nada que ver.

¿Qué horario tenía?
Mi horario era de mañana, entraba a las nueve y salía a las dos aproximadamente, a esa hora venía mi compañera de por la tarde. No tenía problema si tenía que salir antes por cualquier circunstancia, en ese sentido no me pusieron ninguna pega.

¿Era difícil compatibilizar los horarios de clase con los de voluntaria en el SEFF?
Se puede compatibilizar, pero lo cierto es que acabas destrozada. Es un cansancio que me está pasando un poco factura a posteriori en esta semana que ya he vuelto a mi ritmo habitual, pero al menos no tenía problemas de salir un poco más temprano para irme a la facultad y comer.

¿Ha tenido tiempo de ver alguna película del festival?
Ese era el eterno dilema, acabas tan cansado que muchos de mis compañeros no han visto ninguna película, pero yo no podía resistirlo. Ocho días trabajando allí, viendo invitados, directores, carteles, ruedas de prensa, ¿y no ver ninguna película? Así que me he escapado a algunos pases. Pero ya que vives el festival desde dentro, pienso que hay que ir a aprovechar aunque uno acabe muy cansado. A lo que no asistí fue a los conciertos que me dijeron que tuvieron mucho éxito y es algo novedoso este año en el festival. Así que he podido ver unas diez películas, de las que me quedo sin duda con Amor de Michael Haneke, el documental This ain´t California que me sorprendió muchísimo, y una película del programa de Agnès Varda del que vi bastantes, Cléode 5 à 7.

¿Cómo ha sido la afluencia de público este año? 
Este año ha habido bastante afluencia de público. Por lo que sé, se han vendido cerca de mil abonos de estudiantes, y, en muchas películas, las entradas ya estaban agotadas desde el primer día. El público mayoritariamente es joven, el perfil de estudiante, aunque también de todo tipo. Pero, a pesar de todo, pienso que poca gente se entera y participa de este festival que se supone que es muy enriquecedor para nuestra cultura. En mi humilde opinión, creo que no está pensado para el público sevillano. Los horarios de las películas me parecieron bastante deficientes, y el agotamiento de entradas un despropósito. Sí que es verdad que hay invitados, prensa, que tienen reservadas butacas, pero el jueves, en la película más aclamada del festival, Amor (en la que no había entradas desde hacía una semana), había bastantes butacas vacías. Y cuando digo bastantes, digo unas veinte butacas, que no eran dos ni tres. Por lo que, en ocasiones este tipo de cosas te hacen plantearte si de verdad está pensado para el público de a pie, al que deberían cuidar porque es también el que hace posible este festival. Pero claro, esa es mi humilde opinión.

¿Qué opina de los títulos galardonados? ¿Ha visto alguno de ellos?
De los títulos galardonados, sólo he podido ver Amor de Haneke, que se ha llevado el premio especial del público, y Leviathan, que se ha llevado el Giraldillo de Honor de la sección No ficción-Eurodoc. Amor era de esperar, porque es magnífica. A mí personalmente me cautivó y me encantó, y me parece un premio muy merecido. Leviathan por el contrario no me gustó demasiado. Me resultó muy pesada. Si tuviera que haberle dado un premio a un documental, habría sido sin duda a This ain´t California. Después de Amor, ha sido la película que más me ha sorprendido. Es que como ya dije, los horarios dejaban un poco que desear, películas concentradas en uno o dos días, que apenas daban margen a la gente a poder organizarse.

¿Repetiría el año que viene?
La verdad es que ha sido toda una experiencia, pero creo que disfrutaría más como simple espectadora. Realmente el esfuerzo de los voluntarios es muy grande para el poco mimo que tiene la organización, en general, con ellos. Muchos dedicándoles, en ocasiones, más de diez horas al día. La verdad que es voluntariado, que trabajamos gratis, y todo eso lo aceptamos, pero, ¿no contemplan la comida o la bebida para los voluntarios que están allí de nueve de la mañana a cinco de la tarde, por ejemplo? ¿Ni un desayuno? He visto pasar por mis ojos todos los días dinero y dinero en tickets de comida desaprovechados de invitados que no les han dado uso y que han ido a la basura directamente, mientras yo y mi compañera íbamos a desayunar a los  100 montaditos. Tampoco he sentido que se te integre como parte del equipo. Es cierto que ha sido toda una experiencia, que he tratado con mucha gente y que he aprendido mucho, pero creo que no repetiría de voluntaria en este sentido. 

Redacción: María Regla Agüera Torres.
Fotografía: Piedad Bejarano Fernández.
Fuentes: Piedad Bejarano Fernández (Voluntaria en el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2012), María Regla Agüera Torres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario