"El esfuerzo de los voluntarios es muy grande para el poco mimo que la organización tiene con ellos"
Piedad Bejarano, estudiante y voluntaria en SEFF de 2012. |
Piedad Bejarano Fernández es
estudiante de quinto periodismo en la Facultad de Comunicación de Sevilla. Ha
sido voluntaria en el pasado Festival de Cine Europeo de
Sevilla. Certamen en el que ha vivido diferentes experiencias, puesto que
también ha sido espectadora del mismo.
¿Qué motivó su ingreso
como voluntaria en el festival?
Ya el año pasado me
enteré de que existía el voluntariado, y como soy ferviente seguidora del
festival, decidí apuntarme, ya que es una manera de ver el festival desde
dentro, además del convenio con la universidad que da créditos de libre
configuración. Es una experiencia enriquecedora tanto de carácter laboral como
personal. Conoces a mucha gente, y ves con otros ojos lo que estás acostumbrado
a ver desde fuera, y desde luego a valorar la función tan importante que hoy en
día hacen los voluntarios en todas las actividades de la ciudad: Sicab,
Territorios, Bienal… Porque, de manera altruista, trabajan en ocasiones muchas
horas, y en algunos casos, creo que están infravalorados. Pero dada las
circunstancias económicas que vivimos, dudo que sin voluntarios que, por
decirlo de alguna manera “trabajan gratis”, no serían posible este tipo de
festivales.
¿Por qué vía o quién le
informó acerca de la opción de ingresar como voluntaria?
Me informé a través de
la página web del CICUS. Colabora con el festival de cine en varios talleres, y
entre ellos se encontraba el voluntariado.
¿Cuál era su cometido?
Yo estaba encargada de
las acreditaciones, en el hospitality del hotel NH Plaza de
Armas donde se celebraban las ruedas de prensa, y se alojaban los invitados. Mi
tarea básicamente era identificarlos y hacerles sus acreditaciones. Tratar con
medios, invitados, profesionales, jurado… y todo lo que eso acarrea. Sobre todo
el primer día el trabajo se desbordó, y acudieron todos los medios a por sus
acreditaciones, media hora antes de un pase de prensa. Fue un poco caótico.
También daba junto a mis compañeras de stand, que eran voluntarias
en relaciones públicas, información a los invitados o prensa sobre cómo llegar
a los cines, los horarios de actividades, las llegadas o las salidas de
invitados, sus horas de recogida en aeropuerto… En definitiva, un trabajo de
cara al público, que en ocasiones resulta espejo de las frustraciones y
problemas de la prensa e invitados sin que tú tengas nada que ver.
¿Qué horario tenía?
Mi horario era de
mañana, entraba a las nueve y salía a las dos aproximadamente, a esa hora venía mi
compañera de por la tarde. No tenía problema si tenía que salir antes por
cualquier circunstancia, en ese sentido no me pusieron ninguna pega.
¿Era difícil compatibilizar
los horarios de clase con los de voluntaria en el SEFF?
Se puede
compatibilizar, pero lo cierto es que acabas destrozada. Es un cansancio que me
está pasando un poco factura a posteriori en esta semana que ya he vuelto a mi
ritmo habitual, pero al menos no tenía problemas de salir un poco más temprano
para irme a la facultad y comer.
¿Ha tenido tiempo de
ver alguna película del festival?
Ese era el eterno
dilema, acabas tan cansado que muchos de mis compañeros no han visto ninguna
película, pero yo no podía resistirlo. Ocho días trabajando allí, viendo
invitados, directores, carteles, ruedas de prensa, ¿y no ver ninguna película?
Así que me he escapado a algunos pases. Pero ya que vives el festival desde dentro,
pienso que hay que ir a aprovechar aunque uno acabe muy cansado. A lo que no
asistí fue a los conciertos que me dijeron que tuvieron mucho éxito y es algo
novedoso este año en el festival. Así que he podido ver unas diez películas, de
las que me quedo sin duda con Amor de Michael Haneke, el
documental This ain´t California que me sorprendió muchísimo,
y una película del programa de Agnès Varda del que vi bastantes, Cléode 5 à 7.
¿Cómo ha sido la
afluencia de público este año?
Este año ha habido
bastante afluencia de público. Por lo que sé, se han vendido cerca de mil
abonos de estudiantes, y, en muchas películas, las entradas ya estaban agotadas
desde el primer día. El público mayoritariamente es joven, el perfil de estudiante,
aunque también de todo tipo. Pero, a pesar de todo, pienso que poca gente se
entera y participa de este festival que se supone que es muy enriquecedor para
nuestra cultura. En mi humilde opinión, creo que no está pensado para el
público sevillano. Los horarios de las películas me parecieron bastante
deficientes, y el agotamiento de entradas un despropósito. Sí que es verdad que
hay invitados, prensa, que tienen reservadas butacas, pero el jueves, en la
película más aclamada del festival, Amor (en la que no había entradas desde
hacía una semana), había bastantes butacas vacías. Y cuando digo bastantes,
digo unas veinte butacas, que no eran dos ni tres. Por lo que, en ocasiones
este tipo de cosas te hacen plantearte si de verdad está pensado para el
público de a pie, al que deberían cuidar porque es también el que hace posible
este festival. Pero claro, esa es mi humilde opinión.
¿Qué opina de los
títulos galardonados? ¿Ha visto alguno de ellos?
De los títulos
galardonados, sólo he podido ver Amor de Haneke, que se ha
llevado el premio especial del público, y Leviathan, que se ha llevado el Giraldillo de Honor de la sección No ficción-Eurodoc. Amor era de
esperar, porque es magnífica. A mí personalmente me cautivó y me encantó, y me
parece un premio muy merecido. Leviathan por el contrario no me gustó
demasiado. Me resultó muy pesada. Si tuviera que haberle dado un premio a un
documental, habría sido sin duda a This ain´t California. Después
de Amor, ha sido la película que más me ha sorprendido. Es que como
ya dije, los horarios dejaban un poco que desear, películas concentradas en uno
o dos días, que apenas daban margen a la gente a poder organizarse.
¿Repetiría el año que
viene?
La verdad es que ha
sido toda una experiencia, pero creo que disfrutaría más como simple
espectadora. Realmente el esfuerzo de los voluntarios es muy grande para el
poco mimo que tiene la organización, en general, con ellos. Muchos dedicándoles, en ocasiones, más de diez horas al día. La verdad que es voluntariado,
que trabajamos gratis, y todo eso lo aceptamos, pero, ¿no contemplan la comida o
la bebida para los voluntarios que están allí de nueve de la mañana a cinco de la
tarde, por ejemplo? ¿Ni un desayuno? He visto pasar por mis ojos todos los días
dinero y dinero en tickets de comida desaprovechados de invitados que no les
han dado uso y que han ido a la basura directamente, mientras yo y mi compañera
íbamos a desayunar a los 100 montaditos. Tampoco he sentido que se te integre
como parte del equipo. Es cierto que ha sido toda una experiencia, que he
tratado con mucha gente y que he aprendido mucho, pero creo que no repetiría de
voluntaria en este sentido.
Redacción: María Regla Agüera Torres.
Fotografía: Piedad Bejarano Fernández.
Fuentes: Piedad Bejarano Fernández (Voluntaria en el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2012), María Regla Agüera Torres.
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